El domingo 1 de marzo de 2020 se hizo por fin realidad un anhelado deseo de la Cofradía: disponer de unos locales propios donde dejar las carrozas y parte de nuestro patrimonio e instrumentos.
Esta realidad es posible gracias a la donación de nuestro hermano Benito Pérez Sánchez, fallecido el 4 de abril de 2018. Hermano ejemplar, de vida humilde, sencilla y austera, con un inmenso amor por la Cofradía, hace su último servicio a la misma con la entrega de todos sus bienes.
No le gustaban nada los reconocimientos ni las fotografías; siempre permanecía en segundo plano. Por eso, seguro que estará junto al buen Padre Dios quejándose de este gran agradecimiento que le tiene la Cofradía.
La medalla que tantas veces llevó sobre su pecho preside la entrada a los locales. Ojalá que cada vez que traspasemos esa puerta y la veamos crezca el amor a la Cofradía y hacia todos los hermanos y nos haga ser, desde la humildad y la confianza en Dios, cada vez más santos.
Damos gracias a Benito por su vida. Que desde su lugar privilegiado junto al Padre interceda por nosotros y siga bendiciendo nuestro caminar, que es el de su querida Cofradía.