La Cofradía expuso en el curso sobre la Semana Santa que se desarrolla en el CRETA

La Cofradía expuso en el curso sobre la Semana Santa que se desarrolla en el CRETA
La Cofradía presentó en el CRETA (fotografía de Manuel García Aguaviva)

Continuando el calendario previsto, el pasado lunes 17 de abril le correspondió a nuestra Cofradía exponer en el “Curso sobre la Semana Santa de Zaragoza: historia, arte, teología y pastoral” organizado por la Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza, en colaboración con el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón y la Universidad Pontificia de Salamanca.

En una repleta aula magna del CRETA, la presentación de nuestra Cofradía estuvo dividida en dos partes de aproximadamente 45 minutos de duración cada una de ellas.

La primera, corrió a cargo de nuestro hermano vocal de Cultura, Ignacio Pablo, quien expuso los aspectos más reseñables de nuestra historia, desde nuestros orígenes fundacionales pasando por la figura de mosén Francisco y la Juventud Masculina de Acción Católica hasta nuestra primera salida procesional y los diferentes hitos relevantes que se han ido sucediendo a lo largo de estos 83 años.

También dio a conocer los principales elementos identificativos de la Cofradía, su evolución y simbolismo, tanto del hábito penitencial como de los emblemas y medallas. Y, finalmente, habló sobre nuestro patrimonio, tanto de nuestros enseres procesionales de mayor arraigo como de los cuatro pasos, mostrando a los presentes algunos de los aspectos curiosos y menos conocidos de nuestras imágenes, amén de multitud de detalles sobre su hechura, características artísticas y procesos de restauración acometidos en cada uno de ellos.

La segunda parte de la exposición, dedicada a la teología y pastoral de las siete palabras de Cristo en la Cruz, corrió a cargo de nuestro hermano consiliario, Fernando Urdiola, quien dejó patente sus dotes como docente, impartiendo una clase magistral que acometió de forma muy didáctica, sin perder un ápice de profundidad, buscando la iteración con los asistentes, con diverso contenido multimedia, oraciones en común-unión y recomendaciones bibliográficas.

Así, tras analizar cómo se encuentran dispuestas cada una de las palabras en los distintos evangelios (recordamos, como se señala en nuestra web, que aparecen tres en el evangelio de Lucas, otras tres en el Juan, y una común en los de Mateo y Marcos) y repasar la historia devocional de la meditación de las “Siete Palabras” tanto en la tradición eclesial como en el arte, especialmente en la literatura y en la música, Fernando prosiguió desmenuzando cada una de las palabras que Jesús pronunció desde la cátedra de la Cruz.

La primera palabra, dirigida a los necesitados, habla del amor cristiano, del perdón y no de la venganza ni del odio. Y es que “para perdonar, el camino es Amar”.

La segunda es un canto a la esperanza, porque es la respuesta a una oración de súplica. Es la palabra del arrepentimiento y de la misericordia, cuya respuesta va más allá del perdón (como la parábola del «hijo pródigo»). Es la palabra de la Salvación, que es un don gratuito de amor.

La tercera es la “palabra del cuidado”, en la que se proclama a María la “nueva Eva”, la “Madre de Dios”, la “Madre de la Iglesia”, la cooperadora de la obra del Salvador con su obediencia, fe, esperanza y ardiente caridad (cf LG, 61). La tercera, es la palabra que nos llama a acoger a nuestra Madre en nuestros corazones.

La cuarta palabra, es la “conmovedora”, la palabra del “abandono”, la cual escuchamos como sonó, de modo literal: «¡Elí, Elí! ¿lama sabactani?», entroncando con el Salmo 22(21). Cristo no va al encuentro de la muerte con desesperación, sino que ora con confianza, con la certeza de que su grito será escuchado en la Resurrección. Una palabra que debe inducirnos a orar por los desfavorecidos, a vivir nuestro dolor con el de Cristo.

La quinta palabra, tan expresiva y breve, refleja la sed atroz que padecía el Señor. Como con la mujer de Samaría, Jesús invita a dar agua al sediento, invitando a todo aquel que tenga sed a que acuda a Él. Su sed, es la nuestra, todo un llamamiento a buscar el verdadero sentido de la vida. Y es que el hombre tiene sed, sed de amor y de verdad.

La sexta palabra, la “garantizadora”, con la que Jesús expresa que ha cumplido su misión de enviado, desde Belén al Calvario. En el momento de la entrega, se verifica su gloria, pero la historia de la Salvación no termina ahí, no queda consumada, sino que es entonces cuando comienza el tiempo habitado por el Espíritu.

Y la séptima palabra, el momento cumbre, solemne, majestuoso. Jesús se entrega absolutamente al Padre con total confianza. Un momento que debe resonar en nuestros corazones para contestar con honestidad qué ponemos nosotros en las manos de Dios. Como oraba Charles de Foucauld, «Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias».

📷 Manuel García Aguaviva